NUEVA YORK.- En una declaración conjunta, catorce países de la Organización de los Estados Americanos (OEA), incluyendo EE.UU., rechazaron el acto de investidura presidencial de Nicolás Maduro el pasado viernes, por «carecer de legitimidad democrática» y aludiendo la falta de «pruebas verificables de integridad electoral».



«Preocupados por el continuo deterioro de la situación política, económica, social y humanitaria en Venezuela», las delegaciones instaron a la comunidad internacional a «seguir apoyando los esfuerzos diplomáticos», políticos y humanitarios destinados a abordar la crisis multidimensional» en Venezuela.

Reacciones mayormente adversas generó la juramentación el viernes de Nicolás Maduro para un tercer mandato de seis años en Venezuela. Cuestionamientos a su legitimidad como presidente, a la represión contra la oposición y apoyo a Edmundo González fueron las constantes.

Los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los Siete denunciaron el viernes lo que calificaron de falta de legitimidad democrática en la toma de posesión del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

"Rechazamos la forma en que Maduro se aferra al poder a expensas del pueblo venezolano", dijo una declaración emitida por Canadá, que este año preside el G7. "También condenamos enérgicamente la represión en curso contra la sociedad civil y los miembros de la oposición en Venezuela, incluida la líder opositora María Corina Machado".

"Compartimos la alarma expresada por los venezolanos y la comunidad internacional ante el persistente desprecio por parte de Maduro de los principios de la gobernanza democrática, el Estado de derecho y los derechos humanos", sostiene el comunicado.

Maduro juró el viernes en nombre de su mentor Hugo Chávez para su tercer mandato ante la Asamblea Nacional de Venezuela, prometiendo paz y prosperidad así como una "nueva democracia".